Susana Ortega (SO), reportera: El 23 de enero pasado, José Antonio Prado*, salió de casa rumbo a su centro de trabajo y jamás regresó.

Con 26 años de edad este joven era el sustento de su madre y la necesidad lo orilló a laborar para la Constructora Inpine.

Insert, Araceli Muciño (AM), tía de José Antonio Prado: "Era ayudante general, esa empresa trabaja para la Comisión Federal de Electricidad, ellos retiraban postes en mal estado de la vía pública. A él lo habían mandado a reparar el brazo de la grúa de donde estaban levantando postes y de ahí resbaló y se cayó".

SO: El impacto fue tal que su vida se apagó en un instante. Sin equipo de protección, ni prestaciones laborales, José Antonio se arriesgaba día a día.

Insert, AM: "Cuando el no estaba preparado ni capacitado para esto. Fue contratado sin documentos, sin protecciones de seguros, cuando le pagaban no le pagaban con recibo, ni por nómina que firmara".

SO: Y aseguran que la empresa Inpine responde en regateo la indemnización que les corresponde.

Insert, AM: "Su propuesta de indemnización cubre 20 mil pesos, que si lo tomaba o nos íbamos a juicio".

SO: Una juventud truncada, una familia desecha y desamparada, son la consecuencia de una cruel indiferencia. 20 años de historias reales, soluciones reales.

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